Alicante es la ciudad perfecta y suele gustar a todo el que se decide a conocerla. Su clima envidiable durante todo el año, su ubicación tan perfecta con playas preciosas y una infinidad de restaurantes donde degustar la deliciosa gastronomía de la zona. ¡Perfecta para disfrutar en cualquier época del año!
Una buena idea para comenzar a descubrir la ciudad es perderte en sus calles. Aquí te damos algunas recomendaciones de los sitios más emblemáticos que no puedes dejar de visitar pero, por supuesto, ¡hay muchos más!
Plaza del Ayuntamiento. Donde se encuentra el Palacio municipal de Alicante, un edificio de estilo barroco del siglo XVIII en el barrio de Santa Cruz. Puedes visitar el interior del Ayuntamiento sin olvidar el Salón Azul, antigua cámara real de Isabel II. Además, como curiosidad, justo al lado de la entrada, se encuentra el famoso “nivel del mar” que sirve como referencia para ubicar la altitud de las localidades.
Castillo de Santa Bárbara. Te sonará ya su nombre, ¿verdad? Toda la ciudad gira en torno a este castillo, uno de los lugares más icónicos de Alicante, situado sobre el monte Benacantil.
¿Sabes por qué se habla de “la cara del moro”? ¡Aquí te lo contamos! Cuenta la leyenda que bajo el dominio musulman, la hija del califa tenía una gran belleza así que cuando cumplió la mayoría de edad tuvo que desposarse. Entre dos pretendientes no sabía a quién escoger entonces les propuso un reto con el fin de sorprenderla. Almanzor marchó a la india para traerle los mejores tejidos y regalos, en cambio Alí, quiso abrir un canal para traer agua con el fin de no moverse de la zona y estar cerca de la princesa.
Cuando Almanzór llegó lleno de riquezas, la princesa tuvo que cumplir su palabra y casarse con él. El dolor pudo con Alí y se precipitó al vacío. La princesa triste y desolada también se lanzó al vacío y el califa tiempo después murió de pena. Se dice que esa historia, en ese preciso instante, se quedó marcada para siempre en la falda del Monte Benacantil, con el perfil del rostro del califa. Los vecinos, conmocionados con lo ocurrido, decidieron llamar a la población con la unión de Alí y Cántara, dando lugar a “Alicante”.
Barrio de Santa Cruz. Es uno de los barrios más emblemáticos, con calles estrechas y empinadas, casas de una planta blancas llenas de magia y donde todavía se puede respirar el ambiente de la ciudad más antigua. Te recomendamos que te pierdas por sus calles, acabarás llegando a la ermita y descubrirás rincones que seguro que no habías visitado antes.
Mercado central. El edificio es un espectáculo visual de estilo ecléctico, con ornamentos del modernismo valenciano de principios del siglo XX. Todos los días desde las 7:00h puedes entrar a visitar sus puestos, descubrir la belleza de su interior, aprovecha para degustar los mejores frutos de las huertas levantinas y los de la costa mediterránea y disfrutar del mejor ambiente.
Explanada de España. Una visita obligada es el paseo de la explanada, que se extiende paralela al puerto y es una vía peatonal de las más populares en la ciudad. Sus mosaicos con formas de olas y la bonita Casa Carbonell te encantarán. Como curiosidad, ¿sabías que el color rojo que aparece en el mosaico se denomina “Rojo Alicante»? Básicamente porque es una roca de color rojizo, con veteado blanquecino irregular que se encuentra en la provincia de Alicante.
Puerto de Alicante. Otro lugar donde ir a dar un buen paseo, te recomendamos sobre todo aprovechar el atardecer. Siempre hay mucho ambiente y opciones para tomar un tentempié.
Y es que tiene todas las papeletas para ser un destino ideal por su luz, sus rincones, sus playas… ¡El que viene, repite!
